No sé qué está pasando
últimamente. De repente, me he encontrado con una sucesión de experiencias que
han entrado en un abrir y cerrar de ojos en mi vida. En poco tiempo,
he sido jurado, he grabado una presentación de un libro en donde también se
habló del mío y ahora… ¡He ganado un premio! ¡Un premio! ¿A qué más se puede
aspirar siendo aún una escritora recién salida del horno?
Cuando terminé “Vendo Vida”, me
dispuse a no seguir los mismos pasos que con “Monaxia”. No quería limitarme a
mandar mensajes a las editoriales y a esperar después su negativa, ni mucho
menos publicar con una extranjera. Supone unos gastos adicionales que no le
convienen a un primer libro.
Por tanto, pensé en concursar.
“¿Por qué no?”, me dije. Era una oportunidad fantástica y, de ganar algún
tercer o cuarto premio (lo que veía menos lejos), sería un logro increíble. Incluso el accésit de algunos certámenes me ayudaría a impulsar un poco la edición de mi obra. Bajo esta determinación, me presenté al I Certamen de Creación Literaria de la Editorial Nemira. Tenía muy buena pinta. Además, no había necesidad de imprimir un sin fin de manuscritos. Se podía enviar por correo y listo.
Tras un largo tiempo de espera, el día 14 de mayo a las 23:02 (hace unos días, vamos), casualmente, estaba vagando por facebook y me encontré de frente con el siguiente mensaje:
¡El fallo del concurso se daría en, como mucho, una hora! Los nervios empezaron a aflorar y, entonces, pensé: "¡Como si tuviera alguna oportunidad!". Sin embargo, igualmente necesité darme una ducha para tranquilizarme. Aunque, al regresar al ordenador, la espera se me hizo igual de pesada. Ni los gameplays de terror (Cry of Fear) me quitaron de la cabeza el certamen. Fui consciente de cada minuto... hasta que al fin llegó la hora. Dieron las 0:00 y yo entré, rauda, al blog de la Editorial Nemira.
Y, nada más leer mi nombre bajo "Obra Ganadora", me puse a gritar y a saltar por mi habitación como una posesa. Eso sí, como una posesa muy feliz. Jamás había ocupado el primer puesto en nada. Supuso una inyección de adrenalina para mí. Una insondable vitalidad me embistió, dejándome completamente sin ganas de dormir. No obstante, como ya dije en mi Facebook, fue de las mejores noches de mi vida.
Hola !
ResponderEliminarmuy interesante la entrada:D
Saludos y tienes un premio en mi blog:Dhttp://unahistoriaentremuchas.blogspot.mx/2013/06/si-no-despierto-de-lauren-oliver.html